Después de la primera gran nevada del año, el pasado 17 de
enero, parte del norte cacereño volvió a amanecer ayer cubierto de
nieve. Y hoy a buen seguro lo volverá a hacer. La Agencia Estatal de
Meteorología (Aemet) mantiene hoy la alerta amarilla en el norte
cacereño por lluvia y nieve. Y en toda la provincia, por viento, con
rachas máximas de 70 kilómetros por hora.
En cuanto a la nieve se prevé una acumulación de 7
centímetros. Algo menos que ayer, cuando al poco de empezar a caer,
cuajó. Lo hizo desde primera hora de la mañana en Tornavacas y Piornal,
dificultando con ello la circulación. Tanto, que en el último pueblo, en
el más alto del Valle del Jerte, un autobús escolar se salió de la
calzada. El percance tuvo lugar en una recta, en el mismo lugar en el
que después se salió un turismo. Ambos por el mismo motivo: placas de
hielo, según relató a este periódico el conductor del bus, Eduardo
Iglesias.
Pero no pasó nada. Todo quedó en un susto. Porque ninguno
de los 30 alumnos de Secundaria de Piornal que viajaban ni el conductor
del autobús resultaron heridos. Tampoco el vehículo registró daño
alguno. «El eje trasero se salió a la cuneta, pero pude hacerme con el
autobús, que se quedó un poco atravesado en la calzada», contó ayer
Eduardo Iglesias, quien por segundo curso lleva cada día a los escolares
de ESO de Piornal hasta los institutos de Plasencia. Ayer estaba
haciendo el recorrido habitual cuando tuvo lugar el percance a la salida
de Piornal.
«La quitanieves del pueblo precedía al autobús de línea y
yo iba detrás, con el autobús escolar; pero me retrasé en la salida unos
pocos minutos que fueron suficientes para que la nieve volviera a copar
la vía». Además, según su relato, «la quitanieves del Ayuntamiento no
limpia bien la calzada y por eso se forman placas». Sin embargo, cuando
sobre las 7.15 horas de la mañana sale del pueblo el bus escolar con
dirección a Plasencia, al igual que hace el autobús de línea que conduce
su padre, las quitanieves de la Diputación de Cáceres, responsable de
la carretera, aún no han comenzado a trabajar.
«Empezó a caer nieve de forma copiosa sobre las cinco de la
madrugada y, por eso, la quitanieves del pueblo comenzó a limpiar las
calles y un poco la carretera», explicó ayer el alcalde de Piornal,
Ernesto Agudíez. «Pero esa carretera es competencia de la Diputación;
sin embargo, las máquinas empiezan a trabajar a las 8.30 horas; una hora
que resulta tarde, porque los autobuses ya han salido».
La situación se puede repetir hoy, porque la previsión de
nieve se mantiene. «Si sigue nevando no bajaré, porque es una tontería
arriesgarse, es mejor no ir un día a clase», zanjó ayer Eduardo
Iglesias.
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