Los 3.500 cooperativistas de las comarcas cacereñas del
Valle del Jerte y de la Vera son los que hacen posible la mayor oferta
de cerezas a Europa y a España. De sus campos salen las
15.000 toneladas anuales de esta fruta que la Agrupación que los engloba
se encarga de comercializar desde 1986 La Agrupación abarca a 16
cooperativas, la práctica totalidad de las existentes en la zona.
No obstante, el consorcio intercooperativo de la comarca
data de la década de los 60, que lo convirtió en pionero del
asociacionismo agrario en Extremadura. Hoy factura 48,3 millones de
euros, con previsiones de aumentar hasta 50 millones al cierre del año.
Actualmente, la cosecha media anual ronda las 15.000
toneladas, de las que el 65% son cerezas (las que tienen rabo) y el 35%
restante, picotas, una variedad que solo se produce en el norte de
Extremadura y que tiene unas características organolépticas -sabor,
grado, dureza.- que las diferencian del resto de variedades.
Aunque se trata de su producto «estrella», la Agrupación
también recolecta y comercializa frambuesas (700.000 kilos), castañas
(2,5 millones de kilos), higos secos (un millón de kilos), higos frescos
(300.000 kilos), así como aceitunas de mesa y de aceite, que suman 2,5
millones de kilos.
La mitad de la producción de cerezas se exporta a toda
Europa y países más lejanos como Sudáfrica, Rusia, Brasil o Canadá,
entre otros. Por su parte, el 50% restante se queda en territorio
nacional, donde se comercializa a través de mercados mayoristas y en las
principales cadenas de distribución.
Desde 1989, la Asociación cuenta asimismo con una
destilería donde procesa una amplía gama de licores y aguardientes,
destilados en alambique de cobre, siguiendo métodos de elaboración
tradicional, que se venden en el mercado nacional. La producción alcanza
las 40.000 botellas de aguardiente y licores de cereza, frambuesa,
ciruela, pera y zarzamora ecológicos, sin conservantes ni colorantes.
Además, saca al mercado 30.000 tarros de mermeladas y unos 150.000
litros de aceite de oliva virgen extra.
Por el momento, la Agrupación cacereña no tiene previsto ampliar su oferta de productos aunque sí aumentar la producción.
Otro eje de su trabajo se centra en la investigación. El
objetivo es mejorar la calidad de los cultivos. En esta línea, la
Asociación de cooperativas mantiene un convenio de investigación con La
Orden, un centro de investigación agraria extremeño, para la obtención
de una mejor variedad de picotas.
Al mismo tiempo, a través de su propio departamento de I+D,
prueba nuevas variedades de cerezas en el Valle del Jerte, que
desarrolla en colaboración con Atrías, la Asociación para el Tratamiento
Integrado de la Agricultura, evaluando su adaptación agronómica,
productividad, manipulación y calidad comercial, entre otros parámetros.
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