Un 'crack' del clarinete

Foto: Vito Metodio.

EL PROXIMO 6 DE DICIEMBRE SE CELEBRA LA CITA NACIONAL EN MADRID

Víctor Diaz, mas piornalego que el álamo de la iglesia representará a Extemadura en el Certamen de Interpretación Intercetros Melómano.

Jugó durante unos años al fútbol y ese deporte sigue apasionándole, pero nada equiparable a lo que la música le hace sentir. Por eso, cuando el balón y el clarinete se midieron en la balanza, el esférico no tuvo nada que hacer. "Soy deportista, pero quería centrarme en la música", dice Víctor Guerra, que con 16 años acaba de ganar la fase autonómica del Certamen de Interpretación Intercentros Melómano, que organiza la Fundación Orfeo y el Ministerio de Cultura, y enfrenta a alumnos matriculados en cualquier curso de una especialidad instrumental (incluido el canto) o de Grado Profesional, de cualquier conservatorio o centro autorizado. El día 6 de diciembre representa a Extremadura en la fase nacional que se celebrará en Madrid.

"El nivel allí será muy alto porque estarán los ganadores de cada comunidad y seguro que me encuentro con sorpresas y con gente que no me esperaba. Pero por el momento no estoy nervioso, aunque a medida que se acerque el día...", asegura.

Es la primera vez que representa la región en el certamen --y el segundo concurso que gana este año, porque en abril se impuso también el Concurso de Jóvenes Intérpretes de Extremadura Ciudad de Almendralejo-- y se impuso en la primera fase a los otros cuatro participantes de distintos conservatorios extremeños con una pieza moderna, el Homenaje a Khatchaturian de Bela Kovàcs, y otra romántica, el primer y el tercer movimiento del Gran Dúo Concertante , de Karl María Bon Weber. Precisamente esta última pieza, pero completa, será la que interprete en la fase nacional de Madrid.

"Intento tocar todos los días y ahora con el Bachillerato lo compagino muy bien", reconoce este joven de 16 años, que estudia en el IES Hernández Pacheco el bachillerato específico de música con el propósito de continuar formándose después en el Centro Superior de Música de San Sebastián o el de Oporto.

El futuro

Tiene claro que su futuro está en la música y que estará ligado al clarinete y para ello se prepara concienzudamente. "Me gustaría tocar en una orquesta, aunque sé que es muy complicado porque en cada formación solo hay dos clarinetes", afirma. "Y si no dedicarme a la enseñanza de música", añade.

De hecho tuvo claro todo eso desde muy pequeño, cuando se quedó prendado del sonido del clarinete en un concierto de Acetre al que le llevó su padre cuando no llegaba a los siete años. "Me llamó mucho la atención", recuerda de ese momento.

Cuando cumplió los siete años, la edad mínima para acceder al conservatorio, realizó las pruebas y comenzó por el camino de la música que antes siguieron también sus padres. No ha hecho más que empezar.

Desde aquí como amigo le deseo  lo mejor en el concurso y en el futuro.

Noticia obtenida del Periodico Extremadura.